Continuación de una línea de reflexión sobre la estupidez humana con foco en el diagnóstico social contemporáneo. A partir de ideas de Byung-Chul Han, se destacan cinco ejes que favorecen dinámicas poco reflexivas y empobrecen el lazo social.

  • Déficit simbólico: exceso de imágenes y estímulos que reduce la pausa y el pensamiento, empujando a respuestas inmediatas.
  • Transparencia como imperativo: la exigencia de visibilizarlo todo vuelve pornográfica la producción de saber y elimina el velo, la insinuación y el juego.
  • Consumismo: búsqueda constante de novedad que dificulta ritualizar, repetir con sentido y dar profundidad a la experiencia.
  • Narcisismo: exhibicionismo y necesidad de “me gusta” que amplifican el yo y empobrecen la vida afectiva.
  • Discurso político-publicitario: golpes de efecto que apelan a emociones, sustituyendo la deliberación por adhesiones instantáneas.

Estas coordenadas no “explican” la estupidez, pero sí ayudan a entender por qué el clima social favorece la prisa, la simplificación y la falta de elaboración. Recuperar tiempo para pensar, para el símbolo y el vínculo, es un antídoto imprescindible.